lunes, 26 de febrero de 2007

LOS CASCARONES DE MI ABUELA

Todavía hoy, me gusta sentarme junto a mi abuela a rellenar cascarones. Me enseñó siendo yo muy pequeña y fue un momento mágico y divertido; yo solo quería comer huevos para poder romperlos y llenarlos de papelillos, hacer el engrudo de agua y harina y cerrarlos con papel de seda, contarlos y guardarlos en una caja de cartón. ¡Cuantos sueños y emociones se encierran en un simple cascaron! Y tras el sonido de ese monótono reloj y esa vieja radio y sentadas las dos en sillas muy bajas, hacíamos magia, y entonces yo podía ver dentro de cada cascaron mis propias fantasías y veía a esos indios que vivían detrás de las montañas, a esa nieve que caía dentro de una trozo de cristal, y a esa enorme rayuela que yo dibuje en el cielo, todo mi mundo estaba en ese momento dentro de un pequeño y frágil cascaron. Y ahora de nuevo, al sentir su suave tacto, es como si el tiempo no hubiera pasado. Yo sigo creyendo en la magia, pero ahora les quito las plumas a los indios y me las pongo en espectaculares vestidos, la nieve del cristal se ha convertido en brillante escarcha de colores y mi rayuela, es ahora el recorrido de un magnifico desfile.
Te miro y tu cuerpo blanco y reciclado en inmortal; hoy quiero tener el alma viva y la fuerza de tu ilusión, hoy quiero ser un cascaron y sentir lo que tu sientes, cuando miles de manos te cogen para romperte en nuestras locas cabezas, hoy te doy las gracias por haber rellenado parte de mi vida, por haberme hecho reír y llorar lagrimas de papelillos y por haber sabido cerrar con papel de seda las heridas de mi alma. Hoy solo quiero encerrarme y acurrucarme dentro de ti y deshacerme en una lluvia de colores y ver pasar bajo mis pies el carnaval, ese carnaval, en el cual sigo creyendo.
P.D.: Dedicado a mi abuela, que hoy, a sus 80 años, sigue haciendo los cascarones mas bonitos, mágicos y artesanos que yo haya visto jamás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hace recordar cuando era pequeño. Muy bonito.Un saludo

Anónimo dijo...

Sencillamente, precioso.Un recuerdo para tú abuela, una más que merecida "Máscara de Oro" de nuestros carnavales.
Un abrazo para ´Marisol y otro para tú abuela.